Los niños informáticos.

La mayoría de los padres quieren que sus hijos desde pequeños aprendan a manejar la tecnología, porque creen que gracias a esto sus hijos serán más inteligentes. Esta teoría puede estar bien, pero sin llevarla a límites extremos, ya que si hacemos un uso excesivo de la tecnología puede sustituir acciones clásicas como ir a los columpios, dar un paseo o montar en bici.

Las generaciones actuales nacen ya conociendo un ordenador en la mano y dejan de hacer actividades extraescolares o simplemente dejan de relacionarse con sus iguales, por ser dependientes de ciertos materiales tecnológicos. 

Ciertos estudios han demostrado que en las ciberguarderias que tanto les gustan a los padres, la educación de sus hijos se organiza de la siguiente manera: los alumnos de dos años tienes todos los días media hora de informática, adaptada a juegos educacionales.  Y los niños de tres y cuatro años aprenden a leer y a escribir a través de la pantalla de un ordenador.

Los ordenadores, son un  invento claramente muy útil en nuestra sociedad.  Ahora mismo no podemos imaginarnos una profesión en la que no tengan que utilizarse o unos estudiantes que no lo usen a la hora de realizar un trabajo.

La mayor duda que se nos presenta después de todo esto, es cuál es la mejor edad para que los niños empiecen a utilizar los ordenadores. Entre los pedagogos se ha creado un gran enfrentamiento por este tema. Unos decían que los niños pueden empezar a utilizar el ordenador cuando cumplan los tres años o incluso antes. Otros dicen que es mejor esperar a que cumplan los siete años y así poder avisarles de las posibles consecuencias que tienen el mal uso o el uso excesivo de este tipo de materiales.

Una psicóloga especializada en la infancia y en los medios audiovisuales, dice que los niños empiezan a edades demasiado tempranas a utilizar las tecnologías, lo que les quita tiempo para hacer actividades vitales para su desarrollo.
Aconseja a los padres que no hagan caso de los que quieren venderles que las tecnologías son buenas a edades tempranas o que no importa la edad para empezar a utilizarlas, ya que los ordenadores, según el uso que les damos hoy en día no son necesarios para los niños menores de siete años.